sábado, septiembre 17, 2005

Otra vez se inventa enemigos

Andrés Manuel López Obrador acusó al Consejo General del IFE de haber pretendido ponerle una trampa para cerrarle el paso a su registro como candidato del PRD a la Presidencia.

Al arremeter en contra de los consejeros electorales, el ex gobernante capitalino los acusó de estar empeñados en hacerlo a un lado de la contienda en calidad de empleados que son, dijo, del PRI y del PAN.

López Obrador argumentó que su suspensión del viaje a Los Angeles, donde el día 15 daría el grito con el Alcalde Antonio Villaraigosa, obedeció a su estrategia de irse "despacito", con precaución ya que está prevenido de las intenciones del IFE de poner en riesgo su candidatura.

Tanto aquí como en Tijuana, el perredista abordó el asunto bajo el alegato de que la respuesta ambigua del IFE sobre su solicitud de viajar al extranjero era parte de una misma estrategia en la que también participó un consejero que, mediante entrevistas de prensa, amagó sobre la eventual pérdida del registro de López Obrador, en caso de acudir a Los Angeles.

"Ellos me querían poner una trampa. Por un lado mandaron un oficio ambiguo, donde no resolvían nada. Y por el otro, un consejero del IFE se dedicó a visitar estaciones de radio diciendo que hasta podían quitarme el registro", expuso el político tabasqueño.

De regreso a las argumentaciones de que en el IFE "me traen ganas", "me ven con malos ojos", López Obrador puso en entredicho la imparcialidad del árbitro electoral y aseguró que confía muy poco en sus integrantes.